Más sobre Mood

Tener que generar un proyecto con un edificio existente siempre presenta un desafío, y mas cuando este edificio se construyó para alojar dos salas de cine (Quimey) en el centro de la ciudad de Neuquén, quedando estas como parte de la memoria cultural de los neuquinos. Como sucedió con muchas salas en la región y el país, estos programas arquitectónicos derivaron en Templos de cultos religiosos, negocios, etc.

El requerimiento fue transformar estas dos salas independientes y el foyer en un solo espacio flexible que permita albergar una cafetería, un resto bar, una sala de conciertos y distintas zonas de estar en planta baja y alta.

Una fuerte volumetría en el foyer de ingreso sirvió de condicionante pero también de oportunidad para poder revalorizar el perfil del edificio con respecto a la ciudad y así hacer atractivo el edificio desde lo peatonal y urbano. Esta volumetría existente compuesta por una vaciado de un semicírculo permitió generar una nueva fachada que se materializo con paneles de metal perforado dando una notoriedad nocturna al edificio.

Las antiguas salas de cine se unificaron y se transformaron en un espacio único, dinámico con el punto un punto de interés como lo es el escenario donde se presentan espectáculos artísticos de todo tipo pudiéndose disfrutar de estos desde las mesas a nivel 0.00 y desde los estares en planta alta teniendo desde estos una visual total del espacio.

La materialización y ambientación de todos los sectores del edificio tendieron hacia generar un ambiente cálido, íntimo y distendido esto acentuado por la utilización de materiales como el ladrillo existente, la madera, los pisos de colores naturales, pero también la estética de lo industrial esta presente al incorporar los perfiles metálicos pero los nuevos desarrollos estructurales del edificio.